8.1.07

Saboreando un té de frutos rojos.

Escribo esta entrada sentada en el despacho, al lado de mi taza verde llena de un brebaje, que sin exagerar, podria calificar como perfecto: una combinació casi alquímica de té negro con trocitos de mora, grosella y fresa.

Muchas de estos popurris extraños suelen pecar de falta de equilibrio: muy dulzones si se pasan con los frutos rojos o muy asperos si domina el té por encima de todo. Pero nada más abrir la lata y oler aquel aroma suave supe que tenia que ser muy bueno.....

llegué este mediodia a casa e inicié el ritual teístico: calente el agua y la vertí en la taza, puse la bolsita y tapé la taza con un platito y lo dejé reposar dos minutos, ni uno más ni uno menos, y como por arte de magia el agua se inundo del aroma a frutos rojos y té negro....

y me senté en silencio con la taza en la mano, dejé vagar la mente.. Es fantástico ser capaz de disfrutar tanto con tan poco :)


Gracias, Joncat, por este regalo tan estupendo.... y por ser tu :)

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